Bien tarde en el día, Claire Keegan

 



   El viernes, 29 de julio, Dublín tuvo el clima que había sido pronosticado. Toda la mañana, un sol descarado brilló a lo largo de Merrion Square, alcanzando el escritorio de Cathal, donde él estaba sentado junto a la ventana abierta. Entraba un relente a pasto cortado y, de vez en cuando, una brisa cercana agitaba la hiedra de la cornisa. Miró hacia afuera porque se cruzó una sombra, un sobresalto de golondrinas que peleaban fraternas, en lo alto. Abajo, en la grama, algunos tomaban sol y había niños, y canteros repletos de flores; buena parte de la vida transcurría sin problemas, a pesar de los muchos trastornos humanos y de saber cómo todo debe terminar.
   El día ya parecía largo. Cuando volvió a mirar, en la parte superior de la pantalla, decía nuevamente 14:27. Ahora deseaba haber salido a la hora del almuerzo y haber caminado hasta el canal. Habría podido sentarse un rato en uno de los bancos a observar cómo los cisnes taciturnos y sus polluelos devoraban los pedazos de pan y los restos de otras cosas que la gente arrojaba allí, al agua. Sin querer, cerró sin salvar el archivo de distribución del presupuesto en el que había estado trabajando. Entonces lo invadió un destello de algo parecido al desprecio, se levantó y caminó por el pasillo hasta el baño de hombres, donde no había nadie, y se metió en un cubículo. Se quedó un rato sentado sobre la tapa, mirando la parte posterior de la puerta, en la que no había nada escrito ni garabateado, hasta que se sintió un poco más estable. Luego se acercó al lavabo, se echó agua en la cara y se secó lentamente cara y manos con la toalla de papel que salía automáticamente del aparato.
   De regreso a su escritorio, se detuvo a tomar un café, presionó la opción americano en la máquina y esperó a que el líquido se vertiera en la taza. Ya casi estaba listo cuando Cynthia, la mujer de cuentas, vestida de colores brillantes, se apareció, con el celular, riéndose. Hizo una pausa cuando lo vio y enseguida cortó. 
   –¿Estás bien, Cathal?

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