Un verano con Rimbaud, Sylvain Tesson

Prólogo. El azimut y el meandro Rimbaud no alcanza nunca su meta porque siempre la está cruzando. Su vida no es un viejo río que socava lentamente la montaña. Rimbaud, azimut brutal hacia la eternidad. El canto de la aurora El barco-madre A veces le fallas a tu madre. La temes, está lejos. Pero está ahí. Puede que sea esa la definición de una madre. La madre es tu centro aunque vivas en el borde. La familia es un sistema Se le pueden reprochar sus propagandas a Isabelle la católica. Pero el caso es que —interesada o no— estuvo allí, en la hora postrera, en el hospital de Marsella, velando a Rimbaud como una hermana de la caridad, vendándole, lavándolo, bañándolo y recogiendo estas últimas palabras de su hermano, escupidas al cielo por un moribundo furioso: «¡ Yo iré bajo la tierra y tú caminarás al sol!». ... Louis-Ferdinand Céline le dedicó una frase a Rimbaud en Muerte a crédito cuarenta y cinco años después de su muerte: «Es nacer lo que no habría hecho falta». Y, sin embargo,...