Historia universal de la infamia, Jorge Luis Borges

El atroz redentor Lazarus Morell Los años, luego, le confirieron esa peculiar majestad que tienen los canallas encanecidos, los criminales venturosos e impunes. ... El prófugo esperaba la libertad. Entonces los mulatos nebulosos de Lazarus Morell se transmitían una orden que podía no pasar de una seña y lo libraban de la vista, del oído, del tacto, del día, de la infamia, del tiempo, de los bienhechores, de la misericordia, del aire, de los perros, del universo, de la esperanza, del sudor y de él mismo. Un balazo, una puñalada baja o un golpe, y las tortugas y los barbos del Mississippi recibían la última información. El tintorero enmascarado Hákim de Merv Delegaba las fatigas de gobernar en seis o siete adeptos. Era estudioso de la meditación y la paz: un harén de ciento catorce mujeres ciegas trataba de aplacar las necesidades de su cuerpo divino. ... La tierra que habitamos es un error, una incompetente parodia. Los espejos y la paternidad son abominables, porque la mult...