Tinta simpática, Patrick Modiano



Había recibido una carta de Jacques B. apodado «el Marqués», seguramente unas cuantas semanas después de nuestro encuentro en Richelieu-Drouot. La carta no llevaba fecha, y la cosa no tiene ninguna importancia. Nunca he respetado el orden cronológico. Nunca existió para mí. El presente y el pasado se mezclan con una especie de transparencia y todos y cada uno de los momentos que viví en mi juventud lo veo separado de todo, en un eterno presente.

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