PÁGINAS DE UN DIARIO (1977-1980), Eloy Sánchez Rosillo
APUNTE
Ahora extiendes el brazo. Saltas. Y le arrebatas
al alegre naranjo florecido un poco de azahar.
Y luego vienes hacia mí sonriendo y dejas en mi mano
las delicadas flores.
Alguna vez quisiera
decir con mis palabras la hermosura
de este momento nuestro: la gracia de tu cuerpo
en el instante de saltar, mis ojos que te miran,
el milagro pequeño del perfume.
...
LA DERROTA
Debes irte de aquí, abandonar para siempre los lugares
habitados por esta luz posible que no es tuya.
Regresa al fin al sitio que mereces
por no haber despreciado los oscuros designios que te niegan
tu derecho a ser libre bajo los soles de la dicha.
No olvides que estas cosas que amas tanto por vez última hoy te es dado contemplarlas. Mira, mira las calles de la ciudad que la ilusión
te hizo creer que te pertenecían;
acaricia al pasar los troncos de los jóvenes tilos
que seguirán creciendo en esta plaza cuando tú ya no estés;
despídete en silencio de las muchedumbres en que laten los cuerpos que brillaron un día cuando en el tuyo hallaron la amistad o el amor.
Y emprende tu camino de regreso a la noche sin mirar hacia atrás, sin detenerte.
Que tu paso sea firme. Y no te engañes
si al final del dolor aún arde la esperanza. Con entereza acepta tu derrota,
porque ya ha muerto el día y no has de volver nunca.
...
RETRATO DEL POETA ADOLESCENTE
Cuánto tiempo ha pasado, cuántas cosas que has vivido olvidaste. Pero aún puedes,
si miras hacia atrás, ver a lo lejos
a aquel muchacho apenas parecido
al hombre que ahora eres.
En la tarde de un antiguo verano está sentado
debajo de la acacia que hace poco
cantaste en otros versos. Deja el libro
que en las manos tenía, y mira el campo mientras piensa o sueña.
Después abre un cuaderno
y escribe allí un poema que tú ya no recuerdas.
...
CANCIÓN
Recuerdo aquel lugar y aquella tarde:
la vieja habitación, la cama ajena
y el calor de unos brazos que me abrazan. Lo demás poco importa. Nada vale
tanto como la dicha que allí tuve.