Capricho de la reina, Jean Echenoz


Pero los grandes robles de Suffolk no sirven tan sólo para construir navíos, con ellos se fabrican asimismo barriles y barricas; toneles que además se embarcan a bordo y pueden prestar señalados servicios. Por ejemplo, en Trafalgar, tras apuntar el marinero francés Guillemard a Nelson mientras recorría la cubierta del Victory, tras penetrar la bala en el cuerpo del almirante por el hombro izquierdo, fracturándole el acromion y sus segunda y tercera costillas, atravesándole el pulmón, seccionándole una rama de la arteria pulmonar para luego romperle la columna vertebral, los oficiales se preguntarán qué hacer con su cuerpo. Después recordarán que deseaba que lo enterraran en su casa, y no que lo arrojaran al mar como suele hacerse con los marinos muertos. Para conservar a Nelson hasta el regreso a Inglaterra, lo sumergirán en una barrica de aguardiente, sellada y amarrada al palo mayor del navío, bajo estrecha vigilancia armada.

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